El Vicedecano de la Facultad de Medicina, Luis Gajardo, responde en esta entrevista acerca de los planes para este año, repasa su trayectoria académica y además entrega algunos consejos para los nuevos profesionales que se inician en la carrera académica.

¿Qué nos puede contar de su trayectoria en la Universidad, desde los inicios hasta hoy?

Llevo casi una década en la Universidad, comencé en el Departamento de Medicina interna de la Facultad, haciendo clases en varias asignaturas. Posteriormente me nombraron Jefe de carrera alterno, trabajando con la Doctora Gabriela Correa que en ese entonces era Jefa de carrera. En esos momentos la Decanatura me pidió que formara parte de algunos procesos como el diseño de la nueva malla de la carrera de Medicina y posteriormente a eso tomé el liderazgo del proceso de acreditación de la misma carrera, etapa que terminó con mucho éxito porque logramos acreditar por siete año.
Luego, el Decano me solicita que asuma como Vicedecano de la Facultad, cargo en el que voy a cumplir tres años. Durante este tiempo, además realicé el Magister en Educación médica en esta Facultad, algo muy importante para mi formación y que me sirvió para el tema de malla curricular y acreditación.
Actualmente estamos trabajando con el Decano en todos los temas estructurales y académicos de la Facultad.

¿Qué diferencias percibe entre la docencia de antes y la de hoy?

Se ha ido produciendo un cambio de paradigma en la forma de enseñanza, en todo caso es un proceso lento, pero se está generando el cambio. Por ejemplo, en mi formación como médico, todo se hacía a través de la entrega de contenidos, con una clase expositiva como herramienta más importante de aprendizaje, entonces no se podía faltar a una clase porque no había otros medios.
Esto ha ido cambiando con el tiempo y un número significativo de nuestra Facultad se está capacitando en educación médica, lo que permite que nosotros hoy estemos observando este cambio. Actualmente las clases expositivas no son las más importantes, al contrario es mejor asistir a Seminarios, la discusión de casos clínicos, la estructuración de apuntes para analizar en una plataforma, talleres, juegos de roles, usos de distintos métodos de evaluación, entre otros. Creemos que nos estamos acercando a lo que se usa en países desarrollados, tanto en la enseñanza como en los procesos evaluativos.

¿Cómo son los docentes en la actualidad?

Hay un tema generacional, tenemos un grupo de académicos de la vieja guardia, que llevan entre 30 y 40 años de docencia, otros que están en la etapa intermedia y también algunos que están comenzando. Si tuviera que evaluar esto en forma global, diría que en los últimos años se está observando una tendencia de mayor compromiso en la enseñanza y aprendizaje.
Esto se puede ver en diferentes aspectos, como: existe un mayor interés en capacitarse en aspectos pedagógicos, lo que habla de una motivación con el docente. La preocupación por los procesos en los que están a cargo, eso está funcionando bien. Nuestra Facultad pasó hace algunos años atrás por un desencanto de la medicina, pero hoy están teniendo una mayor cercanía con los estudiantes, entendiendo que han cambiado, que tienen sus derechos y también sus deberes, por eso creo que la interrelación docente/estudiante debería ir por buen camino.

¿Qué planes o proyectos tiene la Facultad para los docentes este 2018?

El rol de un docente, en mi opinión, todavía no llega a ser lo que debería ser. Siempre he sido de la idea de que la medicina y en general en carreras del área salud, los estudiantes necesitan una guía, un tutor, como un padrino que te acompaña durante los estudios de estas carreras. Nosotros tenemos muchos docentes con experiencia de más de dos décadas evaluando pacientes, investigando, publicando y ellos no debieran entregar solamente la clase expositiva, la actitud nuestra debe ir más allá de eso. La permanencia y el contacto comunicacional con los estudiantes más estrecho y más frecuente permitiría entregar esos conocimientos a los alumnos.
Hay cosas que no se entregan en una clase, especialmente en la carrera de Medicina, sabemos que existe mucho información que no se transmite en el aula, si no que al lado del enfermo, con solo mirarlo, esa experiencia que nuestros docentes tienen, no se está entregando porque no existen los espacios para ello.

¿Cuál es el papel que cumple un docente en la formación del estudiante?

Nosotros tenemos y nos estamos guiando por un plan estratégico que un grupo de académicos ha estado trabajando los últimos años, esta guía está relacionada con capacitación para los docentes, también busca potenciar la investigación en ellos, estamos optando a que alcancen un nivel jerárquico adecuado a la investidura que les corresponde gracias a sus especialidades. Por ejemplo, un cardiólogo intervencionista o un cirujano cardiaco no tienen el reconocimiento de la universidad porque no tienen el Doctorado, eso nos ha generado un desequilibrio entre nuestros colegas. Es un tema que queremos corregir, conversarlo con la nueva autoridad, sabemos que hay otras universidades en el país que ya lo solucionaron.

¿Qué consejos les daría a quienes recién se están iniciando en la docencia universitaria?

En primer lugar la carrera académica o el trabajo con los estudiantes es una de las cosas importantes que pueden hacer en su vida. Quizás no van a alcanzar el ingreso económico que esperan al trabajar en una universidad, pero es muy gratificante y es una de las cosas por las cuales siempre los van a recordar.
El estudiante al que le tomaste la mano, le enseñaste a tomar el pulso, a cómo examinar el pulmón, lo llevaste, lo guiaste al lado de la cama del enfermo, eso no se olvida nunca. Eso es algo que tienen que saber nuestros colegas, el dar no tiene una recompensa en lo personal. Si quieren estar en lo académico, tienen que capacitarse. Hoy los estudiantes son mucho más críticos que antes, están en su justo derecho, pero no tienen que olvidar sus deberes.
El mundo académico es un espacio muy entretenido, muy bonito, lleno de satisfacciones que son las que en el ser humano, llegan más lejos que las satisfacciones materiales.
Texto bajo la foto: “Hoy observamos una tendencia de mayor compromiso a la enseñanza y aprendizaje”

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