Claudio Díaz, Jefe de la Unidad de Investigación y Desarrollo Docente, UNIDD, de la Dirección de Docencia, recibió el cargo de Profesor titular de la Facultad de Educación junto a otros académicos.

El Profesor Titular de la Universidad de Concepción es la más alta jerarquía académica de la universidad y pertenecen a ella quienes han alcanzado un amplio reconocimiento y prestigio en su disciplina como resultado de una contribución original y significativa, reflejada en el desarrollo sostenido de una actividad académica relevante.

En este caso, la distinción para Claudio Díaz, es un importante reconocimiento a su labor académica, tanto en las áreas de docencia como investigación. En ambos espacios demuestra una destacada trayectoria que se ve reflejada en numerosas publicaciones, además de importantes participaciones en congresos internacionales y seminarios.

La Facultad de Educación realizó un desayuno para reconocer a los docentes que obtuvieron distintos reconocimientos, entre ellos: Gladys Valdés por sus 25 años de trayectoria y Bernardo Sepúlveda con 30 años de trabajo en UDEC, además de Claudio Díaz.

En este contexto, el Jefe de la UNIDD respondió algunas preguntas relacionadas al nombramiento como Profesor titular:

¿Cómo recibes el nombramiento de Profesor titular?

Lo recibo con alegría y como un importante logro personal y profesional, pero no olvido que el camino que es necesario recorrer para alcanzar la titularidad está lleno de sacrificios y costos en todo ámbito, puesto que ello exige una inversión considerable de tiempo, esfuerzo y compromiso hacia la profesión y la Universidad que tiene, por cierto, muchas satisfacciones, pero también sinsabores, como es la vida misma.

Este reconocimiento de parte de la Facultad de Educación, ¿Implica un compromiso mayor hacia sus carreras y diferentes programas de estudios?

El otorgamiento de profesor titular lo hace una comisión integrada por académicos de distintas facultades de la Universidad que realizan una valoración de la productividad de un académico en los diferentes ámbitos: investigación, vinculación con el medio y docencia de pre y postgrado. Siento que el logro de profesor titular, por lo menos para mí, se lo debo a mi familia, a mis superiores, a mis colegas y a mis estudiantes de pre y postgrado. Cada uno de ellos, sumado al esfuerzo personal, contribuyó al logro de este reconocimiento porque estamos en tiempos en los que lo fundamental es trabajar colaborativamente y con generosidad para alcanzar una meta, porque esto te relaciona con el otro, mejora la calidad del trabajo, y ayuda a que otros colegas y estudiantes más jóvenes se formen y desarrollen su propia carrera académica.

Creo que en el mundo académico, es necesario ser más generoso con el otro, y no solo perseguir metas individuales, sino que involucrar a más personas que, en un futuro, también puedan alcanzar la titularidad, si así lo desean, particularmente, en el área de donde provengo: educación. Por supuesto, me sumo a la idea de que deberíamos tener más profesoras titulares, que una vez evaluadas con los mismos criterios académicos que establece la UDEC, deberían alcanzar la titularidad.

¿Qué comentarios recibes de tus colegas y estudiantes luego de este logro?

En primer lugar, destaco que en esta Universidad he tenido superiores que han sido lo suficientemente generosos de compartir su conocimiento, pero a su vez, me han ayudado en la generación de las condiciones para que los proyectos que he propuesto caigan en tierra fértil. Esto es vital, trabajar con gente que acoge las ideas de otro, las impulsa, y les da tiraje. Eso es generosidad y sabiduría con las nuevas generaciones. He sentido los parabienes desde mis autoridades superiores hasta mis colegas y eso ha sido muy gratificante para el espíritu, pero no olvido que mi principal misión es contribuir a que nuestra universidad forme profesionales académicamente sólidos, pero a su vez personas integras que aporten al bien común de nuestro país.

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