Miembros de la comunidad académica y estudiantil de la carrera de Enfermería, destacaron el aporte que estos significan para el adecuado progreso académico de las y los estudiantes y valoraron el rol del Centro de Apoyo al Desarrollo del Estudiante en este tema.
Durante el mes de diciembre, varios estudiantes rindieron su examen de título en la carrera de Enfermería de la Universidad de Concepción. Entre quienes vivieron este importante hito en su carrera, cinco contaban con ajustes razonables. Tres de ellos pertenecen al espectro autista, y dos tienen discapacidad física.
“Los ajustes razonables son un derecho de las personas con discapacidad y/o autistas, y consisten en realizar las modificaciones necesarias para que una persona pueda adaptarse y progresar adecuadamente en la educación superior, en todos sus procesos, en el acceso, en la permanencia, y también en el egreso” indicó Andrea Borzone, coordinadora de la unidad de inclusión del CADE.
Si bien las y los estudiantes con ajustes razonables pueden pertenecer a cualquier carrera, la Coordinadora mencionó que Enfermería es una de las carreras en donde han funcionado de muy buena forma los ajustes razonables.
“Desde la carrera nos derivan muchos casos y pesquisan muy bien a los estudiantes con discapacidad o autismo, pero también indagan entre quienes no tienen diagnóstico, logran ver que tienen dificultades y esos casos los derivan y nosotros aceleramos el que ellas y ellos puedan ser evaluados”.
A su vez, la jefa de carrera de Enfermería UdeC del campus Concepción, Fabiola Arriagada, declaró que: “Los ajustes razonables son fundamentales para garantizar una educación inclusiva en la carrera de Enfermería, permitiendo que estudiantes con diversas necesidades accedan, participen y completen su formación profesional en igualdad de condiciones. Estos ajustes son esenciales para derribar barreras y promover la equidad, asegurando que las competencias del perfil de egreso se alcancen sin discriminación.”
Algunos ejemplos comunes de ajustes razonables son más tiempo en hacer algún tipo de evaluación, o la explicitación y especificación de información, incluido en las pautas de evaluación.
Fortalecer la sensibilización
Sin embargo, incorporar los ajustes razonables en la carrera no ha sido un camino exento de dificultades. La jefa de carrera mencionó que una de las principales complicaciones ha sido el fortalecer la sensibilización y capacitación de las y los académicos y profesionales de salud.
“Muchas veces, estos actores no están completamente familiarizados con el concepto de ajustes razonables ni con la relevancia de la inclusión en el ámbito educativo. Esto requiere esfuerzos constantes para promover una comprensión más profunda y fomentar un compromiso activo con la implementación de estas medidas” comentó.
También señaló que uno de los principales desafíos es la identificación temprana de estudiantes con discapacidad en sus primeros años de estudio, lo que los priva de contar con la orientación adecuada y de la aplicación de los ajustes razonables desde que ingresan a la carrera. Este es el caso de Benjamín Rojas Quiroga, quien rindió recientemente su examen de grado.
“En mi quinto año, ya terminando mi carrera, es que se me hizo el alcance sobre mi condición, confirmando mi diagnostico a mediados de ese año, accediendo inmediatamente a los ajustes durante la mitad de mi primer internado, mi segundo internado y mi examen de grado” contó.
“Al principio estaba acomplejado, no quería ser tratado distinto después de saber que tenía autismo, pero gracias a la orientación, acepté la ayuda que la Universidad, el CADE y los profesionales involucrados en mis internados me brindaron y así pude desempeñarme de mejor manera con comprensión y esfuerzo, pero sin presión extra”.
El rol del CADE
La jefa de carrera de Enfermería destacó, además, el trabajo desarrollado por el CADE en materia de inclusión y ajustes razonables. “La labor realizada en esta temática ha sido altamente valiosa, ya que brinda un apoyo integral a estudiantes con discapacidad, promoviendo la igualdad de oportunidades y facilitando la implementación de ajustes razonables”.
A su vez, Benjamín concuerda con la visión de la docente, y se refirió positivamente al apoyo del equipo CADE: “Sinceramente sus métodos y acompañamientos han sido los más adecuados a la hora de apoyarme en conjunto con mis enfermeras guía y mi jefa de carrera, puesto que me aconsejaron de buena manera el cómo proceder conmigo sin alterar en gran medida el proceso de aprendizaje”.