La Cirujano dentista Cecilia Cantero, integrante de la planta académica de la Facultad de odontología es la docente destacada de este mes. En esta entrevista hace un repaso de su carrera, comenta planes futuros y entrega mensajes para los colegas que se están iniciando en la labor de enseñar.
1. – ¿Cómo fueron sus inicios en el área académica en la Universidad?
En el año 1992 realizando la Especialidad en Odontopediatría me di cuenta que me gustaba la docencia. Desde el año 1993 estuve trabajando en la Unidad de Fisurados del Hospital Guillermo Grant Benavente, llevaba un año cuando me llamaron de la Facultad de Odontología para consultarme si podía hacer un reemplazo. Me encantó la idea y acepté. Estuve un año a plazo fijo, luego el cargo se fue a concurso, tuve que postular y quedé aceptada. Durante algún tiempo pude combinar la docencia con la atención clínica en el Hospital. Posteriormente continué sólo en la Universidad y en la práctica privada. Tuve la guía y apoyo de mis colegas que fueron también mis docentes, pero era necesario realizar cursos y talleres de capacitación en docencia para prepararme y tener una metodología de trabajo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
2.- ¿Qué podría destacar de su trayectoria como docente?
En realidad, el interés y la motivación por mejorar la labor académica se hace día a día. Esto involucra estar alineados con el Modelo Educativo de la Universidad, basado en la formación en macrocompetencias genéricas. Es importante conocer y comprender a los estudiantes para poder motivarlos y potenciar sus habilidades. He tenido además, la oportunidad de orientar y ayudar a los alumnos en el trabajo hacia la comunidad, lo que es parte de nuestra responsabilidad social, especialmente en el área de promoción y prevención en salud bucal. Ha sido fundamental el apoyo de las autoridades de la Facultad en estas actividades.
3.- ¿Qué diferencias observa entre los estudiantes de antes y de hoy?
Los alumnos de antes teníamos que buscar información en las bibliotecas, en revistas y libros. Eran fundamentales las clases magistrales. Existía mucho respeto y admiración hacia nuestros docentes. Estábamos muy motivados porque costaba entrar a la Universidad. Hoy, los alumnos tienen más acceso a la información, hay mayor inmediatez, es todo más rápido y existe mayor oferta de carreras. A veces veo que les falta motivación. Una característica diferente es que son más críticos. Debido a la gran cantidad de información a la que están expuestos, nuestra labor es guiarlos en el proceso de búsqueda y selección, lo que exige mayor preparación de parte del docente.
4.- ¿De qué forma impacta un docente en la formación de sus estudiantes?
Como docentes, somos en cierto sentido un modelo para los estudiantes. Es primordial mantener el buen trato, el reconocer sus habilidades, hacer críticas constructivas y estimularlos a mejorar. Son todos diferentes. En mi caso, en Odontología el trabajo académico es muy personalizado, esto permite conocer a cada estudiante y de esta manera mejorar la atención clínica hacia los pacientes infantiles que es el área en que me desempeño.
5. ¿Qué proyectos espera concretar en el futuro?
En primer lugar, terminar mis estudios de postgrado, ya que estoy estudiando dos cosas, un Magister en Ciencias Odontológicas en el que estoy en la etapa de investigación y un Doctorado en Odontología en la Universidad Nacional de Córdoba de Argentina, todo esto para poder adquirir las competencias necesarias en investigación. Esto me dará más herramientas para desarrollar esta área en la carrera con los estudiantes.
Además, espero que estos estudios me ayuden a generar más publicaciones científicas que permitan generar conocimiento para mis colegas y los estudiantes con los que trabajo.
6.- ¿Qué consejos le daría a un profesional que está iniciando su carrera en la docencia universitaria?
Es fundamental que el profesional tenga un real compromiso con la institución, que se sienta parte de ella, ya que gracias a las casas de estudios podemos llegar a los estudiantes que es nuestro principal motivo por el cual estamos acá. Aparte de eso, para todo profesional que se quiera dedicar a la docencia lo más importante es que le guste formar personas y que entienda la responsabilidad que hay detrás de esta tarea, esto no es solamente una entrega de conocimientos sino que es inculcar valores que van desde lo profesional a lo personal. No podemos olvidar que nuestra carrera es una profesión de servicio para las personas y para la comunidad en general. Para terminar, es importante recordar que el camino de la docencia no es fácil ni de un día para otro, cada día es un desafío nuevo al que hay que estar preparado para enfrentar.