Claudio Pinuer, Vicedecano de la Facultad de Humanidades y Artes, comenta los temas más importantes de su trabajo, además de revisar cuáles son las proyecciones de la Facultad y cuál es el papel que cumple un docente en la formación del estudiante.
1.- ¿Qué nos puede contar de su trayectoria en la Universidad, desde los inicios hasta hoy?
Soy profesor de castellano y redacción de la Universidad de Santiago, hice un Magister en Lingüística en dicha casa de estudios y en 1999 mí Doctorado en Filología hispánica en la Universidad de Valladolid. Trabajé en la Universidad del Bío-Bío y ya desde el año 1993 ingresé como docente a nuestra universidad. Desde 2014 soy Vicedecano de la Facultad de Humanidades y Artes.
Agradezco la oportunidad de haber trabajado en el proceso de acreditación institucional, en la comisión de pregrado que dirigió el Director de Docencia, trabajamos todo el año 2016 y gran parte del 2017. Fue una experiencia muy enriquecedora que me permitió conocer la universidad en toda su extensión y en todo su tamaño, algo que impresiona, incluso para quienes creen conocerla.
2.- ¿Qué diferencias percibe entre la docencia de antes y la de hoy?
En la década del 90 hasta el 2000, tengo la impresión de que la docencia era un proceso más simple, sin tanta tecnología, tantas comodidades para hacer una buena clase. Nos arreglábamos bastante bien, no había tantas dificultades y se podía hacer un trabajo provechoso en ese sentido. Era un proceso más personalizado, dependía del profesor, un trabajo más directo con el estudiante, sin duda era una docencia menos tecnologizada, sin duda, más formativa.
3.- ¿Cómo son los docentes en la actualidad?
Tengo la convicción de que nuestros colegas más jóvenes ingresan con mejores competencias académicas que las que tuvimos nosotros. Prácticamente ya todos ingresan Doctorados, han estudiado en el extranjero, tienen experiencias en otros países y sin duda, que eso es mucho mejor. En nuestros casos, complementábamos la formación académica ya estando en la universidad. En mi situación, yo hice mi Doctorado con el apoyo económico de la Universidad de Concepción y esa era la realidad de la mayoría de nosotros.
También creo que dentro del espectro de académicos que conozco, los colegas tienen menos competencias profesionalizantes, de hecho, en el caso específico de la formación de profesores, los que están a cargo de sus clases no tienen experiencia en colegios, probablemente hicieron práctica profesional, pero no más que eso. No quiero decir que esto sea malo o bueno en sí mismo, pero en otra época había mucha vida profesional. Por ejemplo, tuve colegas que hacían clases en la universidad y en colegios, yo mismo, estuve nueve años haciendo clases en educación media. Pienso que eso, al menos en el área nuestra, se echa en falta. Creo que es muy relevante en el caso de la formación de profesores, pienso que un profesor universitario que tenga experiencia profesional es muy valioso.
4.- ¿Cuál es el papel que cumple un docente en la formación del estudiante?
La primera tarea que tenemos los profesores, especialmente en primer año, es nivelar a los estudiantes. En promedio, ingresan con competencias de entrada bastante limitadas y en el mejor de los casos con competencias muy dispares. Por eso es muy importante el papel que cumple los docentes, sobre todo en los primeros años.
5.- ¿Qué planes o proyectos tiene la Facultad para los docentes este 2018?
Tenemos muchos planes y muy relevantes. Todo lo que estamos haciendo tiende a humanizar la docencia, revitalizar, revalorar la función docente, sobre todo en pregrado. Nuestro interés está en motivar a los profesores, en desarrollarse en esta función. Para lograr esto hemos pensado la docencia de pregrado como un elemento central de discusión en la construcción del Plan de desarrollo estratégico que estamos trabajando y que estará concluido al finalizar este semestre.
En segundo lugar, tendremos un modelo de distribución de la carga docente, en el que se puedan establecer sanos equilibrios en la asignación de las diferentes tareas para que no menoscaben la docencia de pregrado.
Por último, vamos a construir un modelo de evaluación académico. Por ejemplo, tenemos distintos departamentos en la Facultad, donde los docentes elaboran formas diversas de evaluar y queremos que esas maneras diferentes puedan también ser válidas a la hora de evaluar a nuestros estudiantes.
6.- ¿Qué consejos les daría a quienes recién se están iniciando en la docencia universitaria?
Lo primero es capacitarse y aprovechar las instancias que nos ofrece la Dirección de Docencia, las que en los últimos cinco años son cada vez mayores, principalmente pensando en aquellos docentes que no son profesores.
Otro aspecto que considero muy importante, es la necesidad de que todos los colegas conozcan los resultados de los diagnósticos de los estudiantes de primer año y de las encuestas de habilidades sociales. Todas esas conclusiones están disponibles, ahora ya contamos con esa información que es muy importante para saber cómo vienen los nuevos alumnos.
Y en tercer lugar, que conozcan los reglamentos internos de la institución y cuáles son las normativas, porque cualquier error puede tener consecuencias graves. Hoy los estudiantes están muy sensibles a diversos temas y eso los docentes lo tienen que tener en cuenta.