En su jornada de cierre, los y las estudiantes se reunieron para terminar su proyecto y compartir sus experiencias y apreciaciones sobre el Club.
Con una muy buena evaluación de asistentes y organizadores finalizó la segunda versión del Club Lego, iniciativa desarrollada por la Unidad de Inclusión y Atención a la Diversidad del Centro de Apoyo al Desarrollo del Estudiante del campus Concepción.
En la jornada, los y las estudiantes que participaron durante las 16 sesiones del taller, pudieron compartir una rica convivencia y finalizar la construcción de su proyecto, que consistió en un robot con movimiento de la línea Lego ® BOOST, y que puede ser controlado desde una App.
Pedro Núñez Moraga, estudiante de Ingeniería Civil en Telecomunicaciones e integrante del Club Lego, tuvo una positiva evaluación de la actividad y valoró el vínculo que se creó entre sus miembros: “ Para mí ha sido una experiencia transformadora el poder encontrar un espacio donde expresarme libremente como una persona TEA , sin ser juzgado ni visto de forma rara por otras personas y, a pesar de que al principio nos costó integrarnos, con el tiempo formamos una comunidad muy sólida, como un grupo de apoyo, así que para mí es una gran oportunidad el poder compartir en torno a algo que es tan simple pero tan entretenido como son los Lego®”.
Con respecto a los aprendizajes, Pedro indicó que esta iniciativa, además de reforzar sus habilidades sociales, le ayudó a mejorar su capacidad de trabajo en equipo: “El Club Lego me ayudó a poder coordinar mejor el trabajo con las personas, por ejemplo, en vez de estar haciendo todos una cosa al mismo tiempo, nos íbamos repartiendo en roles y después cambiábamos, así que me ayudó a aprender a manejar mejor los tiempos, o si uno trabaja mejor en un rol, se puede ver como complementar las habilidades de todos”
El juego como terapia
El Club Lego nace el año 2022 con el objetivo de mejorar las habilidades sociales en los y las estudiantes que pertenecen a la Unidad de Inclusión y Atención a la diversidad del Cade, y consta de sesiones semanales en que las profesionales guían a sus participantes en una psicoterapia basada en Legos®.
En cada equipo de trabajo se presentan tres grandes roles: el primero es el ingeniero, que es quien ve el mapa de lo que el equipo debe construir, el segundo es el recolector de piezas y el último es el constructor. Los roles se toman durante 10 minutos y luego se intercambian con el objetivo de que todos puedan vivenciar cada rol.
Irma Agurto, profesional de la Unidad de Inclusión y atención a la diversidad del Cade señaló que la evaluación del equipo con respecto a esta actividad es positiva, principalmente al ver el avance que tienen sus participantes, además de la motivación y compromiso en la asistencia. En cuanto a la retroalimentación recibida por las y los estudiantes, indicó que: “se ha formado un vínculo bastante fuerte en los participantes, pese a ser de distintas carreras y que no se
conocían anteriormente. En general, los y las participantes lo declaran como un lugar seguro durante la semana, donde pueden ser ellos mismos, sin enmascaramientos”.
Sobre la continuidad de esta actividad, señaló: “creo que sería importante volver a replicarla y quizás avanzar hacia el nivel 2 del Club Lego, que es algo que nos han solicitado quienes ya han participado, para darle continuidad a lo trabajado”.
Además, agregó que: “recibimos estudiantes con dificultades en habilidades sociales todo el año, así que para que nadie se quede sin cupo, sería ideal poder hacer más talleres en esta línea, quizás solo de 10 sesiones, ya que la evidencia demuestra que con esa cantidad ya se ven avances significativos”.