Esta actividad, desarrollada por académicas y académicos de distintas Facultades de la Universidad de Concepción, promueve el mejoramiento de las estrategias de aprendizaje del cuerpo docente.
En el marco de la etapa final del Programa de Iniciación Pedagógica (PIP) de la Universidad de Concepción, un grupo de docentes de distintas facultades llevaron a cabo una clase simulada, instancia que permite aplicar los conocimientos pedagógicos adquiridos a lo largo del programa.
Esta actividad, organizada por la Dirección de Docencia, busca evaluar las competencias desarrolladas por las y los académicos mediante la puesta en práctica de herramientas de planificación, evaluación y estrategias de enseñanza.
El Programa de Iniciación Pedagógica tiene como objetivo fortalecer las habilidades pedagógicas de académicas y académicos de los tres campus de la Universidad, especialmente de quienes se integran recientemente a la institución.
A través de su enfoque, el programa promueve una formación docente de calidad, alineada con la política institucional de pregrado, abordando temáticas como diseño curricular, metodologías activas, uso de tecnologías y estrategias evaluativas.
Transformar la práctica docente
Adolfo Soto Martínez, docente de la carrera de Kinesiología que participó de esta instancia, destacó la transformación en su enfoque de enseñanza gracias al programa: “Los aprendizajes más relevantes que me entregó el PIP tienen que ver con desarrollar competencias específicas en el aula, cambiar incluso el modelo o el paradigma, donde la enseñanza no está centrada en el profesor, sino en el estudiante. Además, el programa entrega herramientas concretas: cómo estructurar una clase, cómo utilizar las TIC’s y cómo estas contribuyen tanto al desarrollo de la clase como a los procesos de evaluación”, señaló.
En la misma línea, la docente de la Facultad de Ciencias Biológicas, Javiera de la Paz Montt, destacó la importancia de aprender nuevas estrategias para el desarrollo en el aula: “Lo más relevante del Programa fue conocer nuevas herramientas para poder interactuar y lograr aprendizajes significativos en los estudiantes, herramientas que en algunos casos pueden ser como de tipo más tecnológicas y otras más bien estrategias que permitan dar ejemplos o lograr que los estudiantes participen en la generación de nuevos conocimientos”.
Retroalimentación para una mejora continua
Durante la actividad, cada docente diseño e impartió una clase simulada, la que fue evaluada por una comisión compuesta por un académico disciplinar, un docente experto en formación pedagógica y un representante de la Dirección de Docencia. Esta evaluación tiene por objetivo entregar retroalimentación formativa y fortalecer el proceso de mejora continua en la práctica docente.
Antonia Recabal Beyer, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas, valoró esta instancia como complemento a la formación entrega por el Programa: “La simulación de esta clase fue intensa, pero valoro mucho esta experiencia ya que realmente pude tener retroalimentación de la comisión y de la Dirección de Docencia. Además, esto nos enseña y obliga a planificar mejor nuestras clases y a generar instancias de interacción con nuestras y nuestros estudiantes”.
Por su parte, Winfred Espejo Contreras, docente de la Facultad de Agronomía, también resaltó los beneficios del proceso: “Valoro esta instancia, ya que es muy útil para poder tener una retroalimentación de lo que estamos haciendo día a día en el aula. También me sirvió para poder tener mejores herramientas que aplicar clase a clase con mis estudiantes”, afirmó.
Finalmente, Adolfo Soto enfatizó la importancia de recibir una evaluación profesional sobre su desempeño en el aula: “Me parece muy positivo que mi clase pueda ser evaluada por una comisión con vasta experiencia en procesos evaluativos. Además, es enriquecedor recibir retroalimentación sobre cómo desarrollarte en la clase, con un feedback instantáneo y constructivo”.