La Doctora en Ciencias Físicas fue reconocida con el premio al “Compromiso Inclusivo” en la categoría Docentes y Académicos, otorgado por la Unidad de Inclusión del Centro de Apoyo al Desarrollo del Estudiante (CADE). En su testimonio, reflexiona sobre el impacto de la inclusión en la educación, los desafíos enfrentados y cómo este reconocimiento reafirma su compromiso de construir aulas más empáticas y respetuosas con la diversidad.
Para la Dra. Maldonado, recibir este premio tiene un significado profundamente valioso: “Ser nominada por las y los estudiantes me reafirma que cada pequeño paso en favor de la inclusión puede marcar una diferencia tangible. Este reconocimiento me impulsa a continuar trabajando para que cada persona, independientemente de sus capacidades, se sienta valorada y respetada”, expresó.
Este logro reafirma su compromiso profesional y la motiva a seguir adaptando las aulas a las necesidades de cada estudiante. “El compromiso inclusivo en el ámbito educativo significa crear un espacio donde cada voz sea escuchada y donde la diversidad sea vista como una fortaleza. Sin embargo, sé que no es un camino fácil”, indicó.
Transformando el aula desde la inclusión
Desde su rol docente, es válido querer hacer todo lo posible por apoyar al estudiantado, sin embargo, muchas veces una metodología que beneficia a un grupo puede no ser ideal para otro, mencionó. En estos casos, “tratar de equilibrar estas necesidades requiere esfuerzo adicional y, aunque intentemos abarcar a la mayor cantidad posible, es inevitable que en algunos casos no logremos llegar a todos”, reflexionó.
A lo largo de su trayectoria, la académica ha notado cambios positivos en el entorno académico. “Cuando las y los estudiantes sienten que están en un espacio seguro, se animan a expresar sus inquietudes y a comunicar sus necesidades de manera asertiva. Esto ha generado interacciones más auténticas y una mayor empatía en el aula”, comentó. Además, destacó cómo los ajustes realizados para responder a estas necesidades se vuelven más naturales con el tiempo, lo que beneficia a toda la comunidad educativa.
El apoyo institucional también ha sido clave en este camino. En particular, destacó el rol de la Unidad de Inclusión del Centro de Apoyo al Desarrollo del Estudiante (CADE), que acompaña a estudiantes con diversas necesidades e indicó: “He tenido la oportunidad de interactuar con varios profesionales del CADE, y su dedicación y compromiso han sido clave para acompañar al estudiantado en su trayectoria académica. Es un privilegio ver cómo mis estudiantes confían en mí para guiarlos hacia estos recursos, y esto refuerza mi compromiso de ser un puente hacia esas oportunidades”.
Vivir la inclusión desde la Experiencia
Su compromiso con la inclusión nace de su propia experiencia personal y de las personas que la rodean. Como persona que vive en situación de discapacidad, la Dra. Maldonado sabe cuáles son los desafíos que enfrentan muchas personas en el día a día. “Entiendo las barreras que enfrentamos diariamente y la importancia de derribarlas, no solo para nosotros mismos, sino también para las generaciones que nos siguen. Este compromiso me ha transformado como docente, ayudándome a ser más consciente de las distintas realidades y a adaptar mis métodos para que todas y todos tengan igualdad de oportunidades”, destacó.
La docente también resaltó que su paso por la UdeC ha sido una experiencia enriquecedora, especialmente porque le ha permitido contribuir a la creación de espacios donde la inclusión sea una realidad. Lo más significativo de su trayectoria como docente ha sido ver cómo cada estudiante se siente valorado por lo que es. “Cada pequeño logro en favor de la inclusión, cada sonrisa de gratitud de un estudiante, son recordatorios del impacto que podemos tener cuando trabajamos con el corazón”, reflexionó.
Finalmente, la docente envío un mensaje claro y motivador a toda la comunidad UdeC donde insta a sus colegas a que den ese primer paso hacia la creación de ambientes inclusivos y a que no tengan miedo de preguntar y buscar ajustes razonables en sus aulas. “Muchos estudiantes, incluso, desconocen que viven en situación de discapacidad, como sucede en casos de estudiantes dentro del espectro autista. Por eso, es crucial que exista formación sobre inclusión y discapacidad a todo nivel, para que todos podamos reconocer las barreras y trabajar juntos para derribarlas”. argumentó.
El reconocimiento otorgado por el estudiantado y la comunidad de la UdeC no solo refleja el impacto de su labor, sino que también destaca la importancia de seguir construyendo una educación basada en el respeto y la empatía hacia la diversidad.